Por Raúl Bigote Acosta
En el Teatro América de Mar del Plata se presenta la obra “Departamento de Soltero”, con Nicolás Cabré, Laurita Fernández (el diminutivo no es por confianza de quien escribe, figura así en el programa) y Cristian Sancho, con dirección de Daniel Veronese y producción general de Adrián Suar, Nacho Laviaguerre y Diego Romay. Integran el elenco Gonzalo Urtizberea, Daniel Coelho y Paula Esteve
Adaptación teatral al español de Carlos Rivas de la película de Billy Wilder “Piso de soltero” (The Apartment; en España, “El apartamento”; en Argentina y en México, “Piso de soltero”) es una película de comedia dramática-romántica estadounidense de 1960 producida y dirigida por Billy Wilder. Esta protagonizada por Jack Lemmon, Shirley MacLaine y Fred MacMurray. La historia que se cuenta se inspiró en parte en el guion que había escrito Noël Coward para la película Breve encuentro de 1945, que era una ampliación de su obra de teatro en un solo acto Still Life, de 1936 eso y, por si hiciese falta, autorización de derechos de MGM en las espaldas)
Para quien llega al teatro y simplemente se sienta a ver la obra, la presencia de Cabré se impone. Caramba, Alfredo Alcón sonreía cuando actuaba a su lado; lograba poner en “modo espectador” a Alfredo. Es suficiente.
En el Teatro América, en Mar del Plata, observaba su actuación y sonreía por una maldad que debo confesar. Si Adrián Suar es parte de la producción puedo suponer que Cabré es como el Lado A de la actuación, de la que haría /podría hacer Suar (Lado B) en un papel como el que oferta este texto. Buen criterio el suyo. Producirla.
Una argumentación a la que uno debe aferrarse es que todas las obras teatrales son de “una época”. En este caso un texto que viene desde la primera mitad del siglo XX y explotó a la inmortalidad en el 1960 no puede actualizarse sin cambiar esa esencia, la del tonto enamorado. Tremenda duda. Un tonto re tonto enamorado (el amor vuelve todo bellamente tonto, por eso los Gitanos, cuando te maldicen lo hacen a fondo: “ojalá te enamores”… dicen en ese idioma “romaní” que nada logra hacer desaparecer). Hoy el amor sigue fabricando belleza y tonterías, pero cierta crudeza del siglo XXI le quitaría aquello que fue el eje. Chica equivocada con un costado irreal, enamorada finalmente de un muchacho totalmente irreal que sobrevive de un modo sumamente precario.
“Recuerda que eres tan bueno como lo mejor que hayas hecho en tu vida”. La frase es de Billy Wilder. Esto sucede porque en la obra que se presenta en Mar del Plata está Billy Wilder y porque, si tengo que elegir entre los tipos que, con su trabajo, me hicieron ver el cine de un modo diferente junto a los europeos aparece Billy Wilder.
¿Trabajaría con Laurita Fernández? Wilder trabajó con Gloria Swanson, con Marlene Dietrich y la entrada de esa mujer en Testigo de Cargo opaca todo en un filme, incluído Charles Laughton. Trabajó con Marilyn Monroe y volvió a trabajar con Marilyn Monroe (epa, no olvidar que fue él quien le subió las faldas…) Trabajó con Audrey Hepburn.
Póngale la razón que desee, para “Piso de Soltero” eligió a Shirley Mc Laine ¿Elegiría a Laurita Fernández si tuviese que repetir la película? No lo se, el contrafactismo es justificar un imposible sosteniendo que… si mi abuela no se hubiese muerto… Laurita Fernández fue elegida y debo detenerme en cuestiones caprichosas, como la vida misma. Laurita Fernández es un nombre que quedará en las estadísticas y resúmenes del teatro en Argentina.
El verano pasado, temporada 2018/19 Laurita Fernández “hacía” de Marilyn en una adaptación de Billy Wilder (Sugar es adaptación de Una Eva y dos Adanes, de Billy Wilder) y este verano 2019/20 toma el rol de Shirley Mc Laine en otra obra, de las mejores de…Billy Wilder. Dos veces seguidas es mas que casualidad. Corta entradas y no decepciona.
Christian Sancho es demasiado modelo para ser villano. Daniel Coelho es demasiado villano para ser villano fracasado. Gonzalo Urtizberea y Paula Esteve muestran que pueden ser actores de cuestiones ajenas. Urtizberea pide comicidad, se le escapa. Paula Esteve pide drama, se le escapa. El total es mas que bueno y, básicamente, envuelven el suceso: el encuentro del tonto y de la chica equivocada. No hay yerros en los actores.
En el fondo de mi corazón, tan usado como quien lo porta, tal vez más, Jack Lemon es invencible. Si algo tengo que agradecerle a Cabré es que no compite. Acaso él deba agradecérselo a Veronese.
Jack Lemon a la intemperie es mucho, es la escena que falta en el teatro. Cómo suplir ese desamparo. No lo se. Oigan es Jack Lemon la mitad de la frase de Billy Wilder mas entera: “bueno, nadie es perfecto”…
Quien vaya al teatro pensando en Jack Lemon no tendrá problemas. Cabré no compite. Quien vaya a ver la obra sin el pasado complicado que poseemos los que estamos de este lado de las boleterías tampoco tendrá problemas. Cabré es actor de teatro. Eso es visible. Si quieren venderle el pisito de soltero cómprelo. El mercado teatral no está para despreciar libro, puesta, sala y actor.